La creatividad se tomó el pintado automotor

Fuente | Cesvi Colombia

Una de las grandes ambiciones de los conductores con sus vehículos es incrementar su desempeño y sus prestaciones y, por qué no, mejorar su apariencia. Tales modificaciones son conocidas como tuning (o tuneo), que es una práctica que data de mediados del siglo pasado.
 
Día a día es más creciente el número de personas que incursionan en la personalización de sus autos dado que este es un campo muy diverso, que se acomoda a todos los gustos, emociones y rasgos propios de la personalidad de cada individuo.
 
De ahí la profusión de los estilos que se ven en las calles, que incluso reflejan la zona geográfica, la cultura, la economía, las vías o carreteras disponibles, entre otros aspectos, de donde provienen sus propietarios.
 
En los siguientes párrafos, nos atrevemos a hacer un resumen de las tendencias que en la actualidad marcan la personalización de los vehículos en el campo de la pintura, donde se observan variedad de acabados y técnicas de aplicación.

Una cultura que proviene del siglo pasado
El tuneo tiene sus orígenes principalmente en Estados Unidos y en Europa. Se tiene conocimiento de que, en EE.UU., posterior a la Segunda Guerra Mundial, y en Alemania, Italia y el Reino Unido, en los años 50 y 60 aparecieron las primeras manifestaciones.

En propiedad se habla de tuneo cuando se realizan modificaciones en las áreas de mecánica y suspensión del vehículo, mientras que el término que más se adapta a los cambios externos en su apariencia (carrocería y pintura) es el de customizing o personalización (o customización).

Con la personalización se busca principalmente darle un toque de originalidad al auto, modificando las características de serie. Se observa, principalmente en los jóvenes motivados por la participación en competencias (de campeonato o callejeras), que buscan darles notoriedad a sus autos, especialmente influenciados por los eventos que mundialmente se desarrollan en este campo y por el cine estadounidense, principal promotor de películas donde se evidencia el tuneo o la customización como uno de sus atractivos más deslumbrantes.
 
Al cabo de poco tiempo, lo que comenzó como una moda derivó en toda una cultura que, más allá de las consideraciones personales del gusto de algún observador, resultan en todo un homenaje a esa maravillosa invención llamada ‘automóvil’.

Sí los aseguran, pero…

Por lo general, los vehículos con modificaciones en su acabado exterior no son asegurados por la mayoría de compañías de seguros del país, en razón a los altos costos que esto implicaría en una futura indemnización y el consecuente incremento en la prima y su deducible.
 
Pocas compañías asumen el riesgo. Normalmente lo hacen, pero asegurando la pintura modificada como un accesorio, lo que de igual manera, incrementa la prima y el deducible. En el momento de un siniestro, se recurre principalmente a la figura de arreglo directo con el cliente para la indemnización.
 
Otro caso puede ser que, al momento de asegurar un vehículo con estas características, se haya pasado por alto la modificación de la pintura, o esta se haya modificado durante la vigencia de la misma.
 
En el primer caso, la compañía asume el costo del repintado con las características originales al momento de su adquisición; en el segundo caso, la compañía incluso podría objetar la reclamación de siniestro, invocando lo estipulado en los artículos 1058 y 1060 del Código de Comercio, donde consta la obligación del tomador y/o asegurado de “declarar sinceramente los hechos o circunstancias que determinan el estado del riesgo, y de mantener el estado del mismo, debiéndose notificar entre las partes cualquier circunstancia que implique agravación”.
 
Lo anterior, teniendo en cuenta que la modificación a la pintura de un vehículo asegurado incrementa necesariamente los costos de su reparación en una eventual colisión.

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