Seat Ibiza FR :: Ayer y hoy

Sin dudas en el Ibiza FR, más que en su dotación de fábrica ofrecida para Colombia, como características a resaltar están elementos como el diseño, la calidad de construcción, la sensación de manejo, la potencia de su máquina y cierto “halo” de exclusividad y fiabilidad que tiene esta marca en el país.

Por: Isaac Pereira Márquez

Dice un adagio: “¿Por qué cambiar algo bueno?”. Pero mejorarlo si es posible y eso ha querido mostrarnos la marca española SEAT con su último modelo Ibiza en su versión FR. Recuerdo mi primera experiencia a bordo del Ibiza Coupé 1.6 de 1997, memoria indeleble de un auto muy compacto y bien construido, sencillo en sus acabados, pero de muy fina y detallada construcción y confección, que luego de tantos años, aun se mantienen en buenas condiciones rodando por nuestras calles y demostrando una calidad elogiable.

Memorables de aquel modelo también sus suspensiones cortas, pero suaves, daban impresionante estabilidad y tenida en curvas sin recurrir a grandes llantas, pues para la época los rines 15 eran de por sí considerados enormes, pero hoy son estándar para modelos muy básicos y económicos y hasta considerados pequeños para la tracción y agarre que se desean en autos de carácter deportivo. El motor 1.6 no brillaba ni por potencia ni torque (quizá 75 HP), pero si tenían una elasticidad para llevar el tacómetro a mas de 6.000 rpm. Para compensar esto, se ofrecía el modelo CUPRA, dotado de toda la potencia criticada de los modelos básicos. Los frenos eran algo de poco elogiar, por su blanda acción y largo recorrido.

Por eso abordar el último modelo de la filial española del grupo Volkswagen (entiéndase VAG group), era un ansioso anhelo personal para examinar cuanta variación puede haber en la muy dinámica industria automotriz, en un mismo modelo, en su versión 17 años mas nueva. Subir a este Ibiza FR de 2014, es encontrar una misma filosofía de calidad, diseño y atención a los detalles ya vistos hace tantos años atrás en esta marca. Las proporciones se conservan bastante, sin ser mucho más grande (alberga bien a cuatro personas y maletero de 284 litros), el diseño tanto interno como externo es una bellísima evolución que ponen un estándar muy alto para la competencia, pues tanto las formas como los materiales usados gritan: “calidad”.

Sin ser un vehículo dotado de muchos elementos tecnológicos visibles, lo mismo que el modelo del 97 de mis recuerdos, viene dotado de todas las ayudas necesarias para un vehículo que desea abrirse espacio ante el tan competido mercado automotor al que se enfrenta en este 2014. Frenos ABS, control de tracción XDS y ESP; bolsas de aire para conductor y pasajero, frontales y laterales; caja automática DSG de 7 velocidades con opción de selección manual y control automático de reducción de cambios para descensos; motor 1.4 con turbocargador, techo de cristal, frenos de disco ventilados en todas las ruedas, rines de 17 pulgadas, llantas de perfil bajo; luces bixenón; aire acondicionado; radio, vidrios, bloqueo y espejos automatizados, son elementos bastante comunes en el segmento, por lo cual las virtudes de este vehículo están no en el equipamiento de serie, sino en otros aspectos tanto objetivos como subjetivos.

Quizá otros modelos más económicos, más grandes o los modelos de la competencia tengan más equipamiento y hasta “gadgets” tecnológicos que deslumbren a la vista. Sin dudas en el Ibiza FR, más que en su dotación de fábrica ofrecida para Colombia, como características a resaltar están elementos como el diseño, la calidad de construcción, la sensación de manejo, la potencia de su máquina y cierto “halo” de exclusividad y fiabilidad que tiene esta marca en el país. Estar tras el volante, pedales y controles de este auto es estar ante un auténtico modelo deportivo. Mantiene la sensación de estabilidad del modelo de antaño, pero evolucionado enormemente al día de hoy, pues en muy pocas ocasiones se percata el piloto de lo muy rápido que se está desplazando en curvas muy difíciles y cerradas. Las suspensiones cortas, las ayudas tecnológicas, como también las enormes llantas de bajo perfil, en rines de 17 pulgadas (En nuestra unidad de prueba) otorgan una adherencia que pocos rivales puedan competirle al Ibiza FR y complementada con unos frenos que actúan sin reproches y de manera tremendamente eficiente brindan confianza que podría resultar hasta peligrosa.

La caja DSG de 7 velocidades es el complemento ideal del sorprendente turboalimentado motor de 1.4 litros TSI que increíblemente entrega 150 HP a 5.800 rpm. El torque es entregado desde muy bajas revoluciones, impulsando al Ibiza FR muy velozmente (aun con control de tracción, el FR patina) hasta los números altos de tacómetro y velocímetro, de manera no alarmante ni apabullante, pero increíblemente rápida y segura (0-100 km/h en menos de 9 seg.), muy seguramente a mas de 200 Km/h.

En la calle, los detalles de su diseño exterior, con la muy perfecta combinación de ángulos y curvas en sus líneas, la robustez de la carrocería, la incorporación de las muy de moda luces led y bellos rines atraen miradas y deseos de retar en los semáforos al Ibiza FR. Lo mismo percibí en el modelo de antaño, pero hoy estamos ante uno mucho mejor, siendo demasiado bueno el ancestro. Estas son las armas con que irrumpe nuevamente SEAT con este modelo Ibiza FR, armas quizá diferentes pero muy eficaces para captar a un público que quiera ir a la fija al momento de decidirse por un buen auto. Este lo es.

¿Y el precio? Este es una de los pocos aspectos no favorables en este auto. Por su origen 100% europeo se castiga demasiado el valor del auto y su equipamiento, pues no hay pantallas en el tablero, climatizador electrónico, sun roof (Solo techo de cristal), sensores de parqueo, u otros tecnológicos elementos. Puede jugar en su contra pues encima de 60 millones hay demasiada y atractiva competencia, pero su fabricación en una de las factorías más modernas del mundo ofrecen un vehículo fiable para muchos años, como lo demuestran los antepasados de esta marca y que en nada debería ser diferente en la actualidad o el futuro de este modelo y su uso cotidiano en las calles de nuestro país. Súmele diseño deportivo y sensación al volante, elementos de decisión muy válidos. En lo personal, ratifiqué algo que ya sabía, y me emocionó repetir, seguramente igual sentiré en el futuro. Pocas cosas en la vida logran eso. Por ello y más: ¡Gracias Seat Ibiza FR!

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