Lanzamiento y prueba del Mercedes Clase G

LLEGÓ LA ESTRELLA DE LOS TODO TERRENOS

 

Después de su presentación al público mundial en 1979, la Clase G de Mercedes-Benz parece la misma, entonces ¿podríamos estar realmente ante una novedad, ante un lanzamiento en nuestro mercado automotor? Pues la “gran estrella”, hablando no solo de la icónica insignia de Mercedes-Benz, sino de los vehículos todoterreno, si es una novedad y por fin ha llegado oficialmente y con todos los laureles a nuestro mercado colombiano. Acudimos a la presentación oficial del producto que hacía falta en el catálogo de Daimler AG en Colombia, ya de por sí completísimo, no solo en automóviles y SUV, sino en utilitarios de carga y transporte de pasajeros. Podríamos decir que de lo ofrecido mundialmente, el Clase G era de lo muy poco que faltaba por ofrecerse en el país y la única referencia que faltaba en la muy apetecida y creciente gama de vehículos “crossover”, deportivo-utilitarios ó todoterrenos, como se quieran denominar la completísima oferta que tiene Mercedes-Benz en vehículos con capacidad fuera de las carreteras.

 

¿QUIEN DIJO IGUAL?

Han pasado 36 años desde su creación y llegada a los mercados mundiales de la Geländewagen (en alemán: todoterreno), una idea surgida de la unión con la firma austríaca Steyr-Daimler-Puch, hoy Magna Steyr, la cual era la opción de la legendaria marca alemana para competirle a los históricos Jeep, Nissan Patrol, Toyota Land Cruiser y Land Rover Defender, este último con cuya figura cúbica es muy comparado. Su concepción, no sólo como vehículo todo terreno, sino también para otros usos multipropósito, civiles o  militares, le han permitido más de tres décadas después, mantener su robusta imagen con gran admiración y respeto.

 

Quizá en principio era ofrecido para oficios más rudos, pero aun conserva todo el potencial de ser utilizado en las labores para las que fue concebido. Se han hecho algunas remozadas en su parte frontal, ante todo luces, defensas y parrilla están actualizadas, aunque no borran su concepto original, la pintura exterior es una obra de arte en brillo y presentación. Los interiores también están adecuados a las comodidades del Siglo XXI, donde el lujo y el confort son de obligatoria presentación en Mercedes-Benz. Tablero, sillas y controles tienen una presentación “Premium” en diseño, ensamble y materiales, dignos de la marca, se dispone de bellos cueros, metales y plásticos de excelente presentación; opciones de la multimedia actual, de obvia demanda; climatizador y demás funciones eléctricas y electrónicas, audio de primera categoría y calidad brindan el lujo a bordo que ha cautivado a miles de personajes públicos y famosos alrededor del mundo. Hoy es prácticamente común  buscar dentro de cualquier Clase G que transite las calles a cualquier “estrella” o famoso, pues este vehículo está relacionado intrínsecamente en la actualidad con la farándula mundial, dada la demanda que en esos personajes han suscitado sus comodidades, presencia y capacidades.

 

LOS MUSCULOS MAS PODEROSOS

La apariencia robusta del Clase G en antaño no iba de la mano con su motorización. Para entonces, el uso de máquinas eficientes y capaces de cumplir con la labor utilitaria era lo primordial en este modelo, sin que ello significara gran potencia o velocidad. Hoy se le ha trasplantado un corazón enorme en poder en la mayoría de las opciones disponibles y más en Colombia, donde tenemos las dos más robustas ofrecidas, la versión G500 y la G63 AMG. La primera de ellas presenta un motor V8 biturbo de 3.972 cc que generan 415 Hp de potencia e impresionantes 610 Nm de torque, lo cual no tiene el mas mínimo inconveniente de  mover sus 3.200 kg de peso a mas de 200 Km/h o acelerar de 0 a 100 en ¡5.9 segundos! Si esta versión nos dejó sin aliento y antojados, la G63 AMG es de otro planeta. Su poder es aun mayor, V8 biturbo de 5.461 cc generando nada mas y nada menos que 563 Hp de potencia y bárbaros 760 Nm de torque, difíciles de encontrar en otro todoterreno. La aceleración es mayor, pues de 0 a 100 km/h lo hace en 5 segundos la velocidad máxima se limita a 210 km/h, sin ninguna ayuda aerodinámica pues sus formas poco tienen que ver con este principio físico y todo lo hace a puro motor y gasolina. Esta motorización es muy similar a la que pudimos probar y sentir recientemente en el superdeportivo Mercedes-AMG GT S, lo cual podríamos decir, estamos ante una “super todoterreno”.

 

LA SUPERESTRELLA A PRUEBA

Todo lo dicho por nosotros y lo que dice el historial del Clase G sería una falacia, una mentira transmitida a nuestros amigos lectores si no hubiésemos probado las virtudes en marcha de este lujoso “tanque”. Una exigente y variada pista acogió al G500 para evaluarlo al detalle en sus destrezas todoterreno, lodo y charcos profundos, lomas resbaladizas, troncos acostados en el camino, entre otros duros retos,  obstáculos insalvables para otros vehículos, fueron “devorados” sin problema alguno, con una suavidad digna del lujo acostumbrado en Mercedes-Benz.

La caja automática, las funciones autónomas de la tracción total o las de activación voluntaria, como bloqueo de diferenciales, limitadores y demás hicieron las delicias de quienes tuvimos el privilegio de vivirlo a bordo durante el día de pruebas. En ningún momento vaciló, no desfalleció ante las exigencias que se le presentó en el recorrido, las suspensiones larguísimas, todo el tiempo procuraron mantener a cada llanta en el suelo y si las dificultades aumentaban y lo agreste del camino dejaban una, dos y hasta tres llantas sin adherencia o en el aire, el sistema de tracción y sus opciones fueron capaces de sacar la Geländewagen sin ningún titubeo o temor hacia el próximo reto. Nos recuerda cuando eran publicitadas hace muchos años las habilidades inverosímiles de los vehículos militares, los cuales creíamos capaces de salir del lío hasta con el impulso que salía del tubo de escape, pues casi es la sensación en la G500, cuyo gran peso no limita su poder frente al reto, la distribución es óptima, el empuje del motor una delicia, pues jamás habrá ausencia de torque o potencia. Para quienes disfrutamos los autos con los cinco sentidos, escuchar los suaves “gruñidos” de su V8 es inigualable, apasionante,  mientras continúa el poderoso ronroneo  por la vía. Difícilmente podremos conseguir algo igual en otro vehículo en un paquete integral de mucho lujo, potencia y habilidad todoterreno.

 

DE VUELTA A LA REALIDAD

Al bajarnos, parecíamos hacerlo desde un segundo piso, y ¡vaya contraste! Abandonábamos su clima confortable, sus asientos y alfombras en tonos ocre  dignos de una elegante suite y su nítido sistema de audio para ver la realidad del entorno. Totalmente cubierta de espeso barro o lodo, escurriendo el agua en la que se había sumergido, no pudimos evitar los gestos de asombro al ver este lujoso Mercedes-Benz  vestido de trabajo y nosotros, sus tripulantes, inmaculados, sin rastros de lo que había pasado, nuestra integridad y equipos tecnológicos de trabajo, ilesos y con todas las evidencias de lo sucedido. Adicionemos a eso el olor a éxito, así sea prestado, que nos queda en la piel y la ropa luego de ser acariciados por su interior. ¿Cuánto valdría conservar este cofre de joyas? Para Colombia, Daimler AG ofrece estos productos a unos precios increíbles, aun más económicos que en Norteamérica y Europa, aun con el alto precio de la moneda de origen, la G500 al día de hoy superaría los $380 millones y la G63 AMG unos $500 millones. Quienes creen que es un precio inalcanzable, las primeras unidades disponibles para  nuestro país fueron inmediatamente raptadas por la ávida clientela que sigue pidiendo más disponibilidad de esta “superestrella”, auto para estrellas y para conocedores y ofrecido por la mítica estrella de tres puntas en su amplia red de concesionarios en el país y con todo el respaldo y amplia garantía Daimler en Colombia. Tristes por terminar la experiencia, pero demasiado contentos por haber sido testigos de las capacidades de la Clase G, por lo cual le brindamos un muy grato ¡Bienvenidos!

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