Jeep® en Pernambuco para atender a la demanda de América Latina

Las instalaciones de la marca Jeep®, que se inauguran en Goiana, Pernambuco, el 28 de abril de 2015, son un hito histórico en muchos aspectos.

Es la primera gran inversión de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), uno de los mayores grupos mundiales del sector automotor, constituido el 13 de octubre de 2014 a partir de la fusión global entre Fiat y Chrysler. También es la más moderna fábrica del grupo en el mundo, pues al reunir lo mejor que Fiat y Chrysler acumularon en sus historias centenarias, representa lo más avanzado en términos de la industria automotriz y de gestión, incorporando desde su concepción las mejores prácticas orientadas en la eficiencia, la calidad y el desempeño.

“Este también fue el proyecto más complejo hecho hasta ahora en la historia de la compañía, considerando el objetivo de construir no solo una fábrica de autos sino también de incluir en su perímetro un parque de proveedores de clase mundial, con el fin de producir vehículos también de clase mundial, siempre en sintonía e interacción de los depositarios”, afirma Stefan Ketter, que coordinó la construcción de las instalaciones Jeep.

La inversión total superó los USD $2.3 mil millones (R $7 mil millones), de los cuales USD $1 mil millón (R $3 mil millones) en la fábrica Jeep, USD $670 millones (R$ 2 mil millones) en el Parque de Proveedores y el resto destinado al desarrollo de productos y otras inversiones. La fábrica Jeep ocupa un área construida de 260 mil metros cuadrados y tiene capacidad para producir 250 mil vehículos por año. Dentro del perímetro fabril, también se levantó el Parque de Proveedores, un complejo de 12 edificios que ocupan 16 empresas responsables de 17 líneas de producto. El Parque de Proveedores ocupa una superficie de 270 mil metros cuadrados.

El emprendimiento empleará a final de año más de 9 mil trabajadores, 3,300 en la planta Jeep, 4,900 en el Parque de Proveedores y 850 en servicios generales. De ese total, el 82% son del nordeste brasileño y el 78% de Pernambuco.

En el marco de la estrategia de FCA, la planta refuerza la presencia del grupo en Brasil, agregando a su portfolio de productos una marca fuerte y en expansión, además de posibilitar la entrada en el segmento de los SUVs, con un gran potencial de crecimiento. También será esencial para que FCA alcance sus metas de expandir aceleradamente la presencia global de la marca Jeep.

Las instalaciones de Jeep es un activo valioso no sólo para FCA. Es, sobretodo, una conquista de Brasil, del Nordeste brasileño, de Pernambuco. Un parque productivo de clase mundial como éste podría estar instalado en cualquier parte del mundo. “El hecho de estar arraigado en Goiana, en la Zona de Mata Norte de Pernambuco, refleja el respeto de FCA por su propia trayectoria en el país y su compromiso con el desarrollo brasileño”, destaca Cledorvino Belini, presidente de FCA para América Latina.

Datos y hechos de las instalaciones Jeep

  • Inversiones: más de USD $2.3 mil millones (R $7 mil millones)
  • Empleos: alrededor de 9 mil en la instalación (fábrica Jeep + proveedores), siendo el 82% del Nordeste brasileño, el 78% de Pernambuco.
  • Capacidad instalada para producir 250 mil vehículos por año
  • Inicio de la obra: septiembre de 2012
  • Inauguración: 28 de abril de 2105
  • 700 robots: 650 en Carrocería, 40 en Pintura y 10 en Montaje
  • Parque de proveedores con 16 empresas produciendo 17 líneas de productos estratégicos en 12 edificios
  • Es la primer fábrica en ser inaugurada después de la creación de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), el 13 de octubre de 2014
  • Es la más moderna planta productiva de FCA, que incorpora los mejores conceptos adoptados globalmente por el grupo
  • La nueva fábrica incorpora más de 15 mil de las mejores prácticas de las dos empresas que dieron origen a FCA
  • Las instalaciones Jeep marcan el regreso de la producción Jeep en Brasil, después de más de 30 años

Los diferenciales de una fábrica moderna

Las instalaciones Jeep es la unidad más moderna de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) en el mundo, por reunir en un único sitio las 15 mil mejores prácticas, procesos y tecnologías acumuladas por el grupo. La mayoría de las soluciones adoptadas en la fábrica puede que ya estén siendo utilizadas en otros establecimientos, pero lo que efectivamente distingue esta planta es la combinación de todas las tecnologías innovadoras en un mismo proceso productivo. El sistema de producción WCM – World Class Manufacturing – asegura la mejor interacción entre hombre y máquina, mejorando continuamente todos los procesos.

Las dos líneas de prensas Komatsu instaladas en la fábrica son las más avanzadas tecnológicamente. Son las más veloces, con capacidad para 18 estampados por minuto, y, al mismo tiempo, consume menos energía. Sus motores eléctricos permiten el movimiento de pesos enormes con precisión de décimos de milímetro. Esta precisión preserva la integridad de la chapa y la calidad del estampado.

La unidad Carrocería cuenta con la principal innovación de la planta: una estación con 18 robots, capaz de aplicar 100 puntos de soldadura en 60 segundos, congelando la geometría de la carrocería en una única etapa. Normalmente, la fijación de las partes y consolidación de carrocería se hace en varias estaciones. El movimiento entre una estación y otra puede comprometer la precisión de la geometría, dando lugar a problemas futuros, como el encaje imperfecto de componentes o ruidos. Comau, empresa de automatización de FCA, desarrolló la estación de robots, con una configuración que le confiere flexibilidad a la línea, que puede producir hasta cuatro modelos.

La pintura innovó al adoptar el proceso que dispensa una de las capas de pintura – la primera-, denominado primerless. El proceso garantiza la calidad final del vehículo y la durabilidad de la pintura, con un menor consumo de energía y menores emisiones en la atmósfera.

En el montaje se destaca la concepción de la línea a partir de la mejor solución ergonómica, evitando los esfuerzos físicos y los movimientos incómodos de los trabajadores. También el montaje, el acople del motor con el coche es una parte fundamental y crítica. Se realiza automáticamente: el conjunto motor viene por una línea a nivel del suelo y la carrocería viaja por línea aérea. En determinado punto, los dos conjuntos se ensamblan automáticamente. La automatización garantiza la repetitividad de la operación, asegurando total conformidad.

Otra innovación del complejo es el Communication Center, cerebro de las instalaciones Jeep. Con aproximadamente 11.000 metros cuadrados de superficie construida, está ubicada en el centro de la fábrica Jeep y es dónde se concentran los resultados físicos de cada etapa de la producción. Es posible, a partir de esa área central, recorrer a pie los puntos esenciales de todos los procesos productivos, desde la zona de Prensas hasta dónde están los vehículos listos para expedir al consumidor en la etapa final de la unidad de Montaje. Esta configuración facilita la toma rápida de decisiones, una organización eficiente de la planta y el aumento en el conocimiento del negocio. En el interior del Communication Center, cuatro áreas actúan en sinergia con esos conceptos: Centro de Componentes; Centro de Procesos, Centro de Vehículos y escritorios abiertos.

Nacionalización de contenidos y estrategia para Jeep

Primer modelo a ser producido en las instalaciones Jeep, en Goiana, el Jeep Renegade sale de las líneas de producción y llega a las concesionarias de todo el país con un índice de nacionalización de más del 70%. La expectativa es hacer al modelo lo más brasileño posible, sin embargo, es todavía muy audaz. En los próximos meses, el índice de localización de contenidos debe superar el 80%, un porcentaje que va a repetirse también en otros modelos que se fabriquen en Pernambuco.

El alto nivel de nacionalización es un hecho notable, ya que el índice logrado es muy superior al que se observa generalmente en las fábricas al inicio del ciclo productivo. Iniciar el proyecto con alto nivel de nacionalización de componentes es una decisión estratégica del grupo. Con ese objetivo fue concebida la planta Jeep, como el centro de un complejo automotor que cuenta con un parque de proveedores de 16 empresas, responsables de la elaboración de 17 líneas de productos estratégicos. Estos proveedores instalados dentro del complejo industrial serán los responsables del 40% de los contenidos del Jeep Renegade. Los demás componentes que permitirán alcanzar el índice de nacionalización del 80% vendrán de Pernambuco, San Pablo, Minas Gerais y otros estados.

La estrategia que estructuró la instalación Jeep privilegió establecer las principales líneas de insumos y componentes, especialmente de aquellas que impactan principalmente en la logística y en la calidad, al lado de la planta. Esta ubicación permite una mayor flexibilidad en el abastecimiento, con la adopción de sistemas «just-in-time» y «just-in-sequence».Además, esta alternativa estrecha y consolida aún más la relación con los proveedores.

«La estructuración del Parque de Proveedores fue un proceso innovador, pues, al contrario de lo que suele ocurrir, primero se definieron las líneas estratégicas de productos y sus respectivos procesos – estándares de fabricación de clase mundial, tecnologías, equipamientos de producción y de control – para la ulterior selección de los proveedores. En la etapa siguiente, definimos junto a los proveedores los flujos logísticos y layouts, para, sólo a partir de ahí, dimensionar el complejo del Parque de Proveedores», explica el director de Gestión de Proyectos Estratégicos de FCA, Antônio Damião.

Las inversiones en el Parque de Proveedores superaron los USD $670 millones (R $2 mil millones), siendo que FCA contribuyó con cerca USD $330 millones (R $1 mil millones) (en obras civiles y servicios) y los 16 proveedores con otros USD $330 millones (R $1 mil millones) (equipamientos). Se instalaron en el Parque de Proveedores conjuntos estampados y soldados, pintura, piezas inyectadas de terminación interna y externa, de montaje (como bancos, suspensión, neumáticos/llantas, vidrio, etc.) hasta sistemas complejos, tales como paneles de instrumentos, sistema de refrigeración del motor y aire acondicionado, según explica Alfredo Fernández, director del Parque de Proveedores.

 

Un proyecto para transformar vidas

Paralelamente a la construcción de las instalaciones, otro gran desafío fue logrado: atraer, organizar, contratar y entrenar a mano de obra necesaria en una región sin tradición industrial, estructurando equipos para construir el parque industrial y, posteriormente, para operarlo. “Encaramos este desafío como una oportunidad. Nuestro objetivo primario era comprender la realidad local y los desafíos que proyectos de esta magnitud podrían aparejar. Para eso, varios colegas de RRHH de América Latina se involucraron y se unieron a los ingresados en Pernambuco y a los principales gestores locales. Juntos, reunimos varias competencias”, explica Adauto Duarte, director de Recursos Humanos de las instalaciones Jeep.

Todavía en 2010, mucho antes del inicio de las obras, el equipo de Recursos Humanos buscó conocer las costumbres locales y establecer una relación próxima con la comunidad. Para eso, se realizaron varias encuestas para recopilar datos sobre la región. Durante varios meses, la región de Goiana fue toda mapeada y se elaboró un perfil del Estado. Adauto y sus colegas de RR.HH. también conocieron grandes obras de Brasil, como el Puerto de Suape, las centrales hidroeléctricas del Madeira (Jirau) y obras de la Copa del Mundo, para saber cuáles fueron los principales obstáculos en la implementación de cada uno. A partir de ahí, se diseñaron las políticas de gestión de las personas para el proyecto, aprovechando algunas de las acciones ya consolidadas en el grupo y creando otras. «El desafío era trabajar políticas para construir un ambiente armónico en la instalación, coordinando las actividades de 320 empresas proveedoras de servicios, y de más de 11.000 personas en el pico máximo de la obra, en 17 establecimientos agrupados en un solo lugar», explica.

Los resultados alcanzados superan la expectativa inicial de que la radicación de las instalaciones Jeep representaría un legado para FCA, para el Estado y para la sociedad. El mayor objetivo se logró: desarrollar un nuevo equipo de profesionales, capaces de integrar, desarrollar y aplicar los conocimientos más avanzados de la industria automotriz para un mercado en evolución. Y en la implantación de una nueva marca: Jeep.

Para atraer y reclutar talentos, del nivel básico al altamente especializado, el área de Recursos Humanos recurrió a varios métodos. Utilización desde páginas web para recibir currículos a vehículos con parlantes en la calle de los barrios humildes de Goiana y de la región para dar acceso a las personas. Otra decisión importante fue optar por aprovechar trabajadores locales en vez de reclutarlos en otro lugar. También se optó por no levantar grandes alojamientos en el obrador, porque la experiencia en otras grandes obras mostró que la alta concentración de gente en ese tipo de alojamientos aumenta los niveles de violencia, prostitución, tráfico y consumo de drogas. En el período de construcción, el 70% de la mano de obra en la construcción era local. El 30% restante vino de afuera y fueron alojados, de manera planificada, en una serie de viviendas integradas a la ciudad, llamadas ‘repúblicas’, además de departamentos, pequeños hoteles, casas reformadas, con la característica común de albergar a un número reducido de trabajadores. Para garantizar el equilibrio social en las repúblicas, con frecuencia se realizaron visitas nocturnas en forma articulada entre FCA, la Policía Militar, la Secretaria de Acción Social y la Agencia de Protección de la Infancia. Durante las acciones, eran discutidos temas de interés de la sociedad como la Ley Seca o el combate a la prostitución infantil. Paralelamente, grupos folclóricos presentaban la cultura local para los recién llegados a Pernambuco.

El proyecto de calificación de personas para las instalaciones de Jeep pasó por tres momentos. En una primera etapa, las personas fueron entrenadas para la construcción civil e instalación de maquinaria y equipamiento. El gobierno del Estado y los gobiernos locales, en colaboración con FCA, ofrecieron herramientas de calificación de los trabajadores para las constructoras, para posibilitar que las personas de la Zona de Mata Norte pudiesen trabajar en la construcción de la instalación. En esa etapa, el desafío fue superar, muchas veces, el bajo índice de escolaridad de la mano de obra. Muchos precisaron pasar por la cualificación básica en matemática y portugués para después recién ingresar en la capacitación profesional propiamente dicha. Muchos vinieron del comercio local, como empleados, o trabajaban con la caña de azúcar.«Solo en esa etapa de la construcción civil y despliegue de la maquinaria y equipos, capacitamos 8 mil personas», revela Adauto. Tal esfuerzo permitió que ese contingente cambiase de actividad económica.

En la fase siguiente, ya en la etapa de contratación de personal para la fábrica, también en forma articulada con el gobierno del Estado y con el Senai, se prepararon y ofrecieron diversos cursos técnicos (mecánica, electricidad, electrónica, etc.) en la Zona de Mata Norte de Pernambuco. Parte de las personas empleadas en las instalaciones salieron de ese proceso. En paralelo, el equipo de RR.HH. pasó a articular la formación de personas con grado universitario. Como ejemplo, FCA se asoció con el gobierno del Estado, junto con la Fundación para la Ciencia y Tecnología del Estado de Pernambuco (FACEP), para posibilitar la doble graduación de estudiantes de segundo año del curso de ingeniería de las universidades locales, en intercambio con el Instituto Politécnico de Turín, en Italia. Fueron seleccionados 20 estudiantes brasileños que fueron enviados a Italia y regresaron con doble título y ya fueron contratados por FCA.

La creación de talentos para las instalaciones es un proceso sin fin. Por eso, fue constituido el Polo Educativo Automotor, con la firma en diciembre de 2014 de un protocolo de intenciones entre Jeep y la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), Universidad Federal Rural de Pernambuco (UFRPE), Universidad de Pernambuco (UPE), Universidad Federal de Paraíba (UFPB), Universidad de Campina Grande (UFCG), Instituto Federal de Pernambuco (IFPE), Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (SENAI-PE) y el Instituto Euvaldo Lodo (IEL-PE).

Repercusiones económicas y sociales

Las instalaciones de Jeep es un activo valioso no sólo para FCA. Representa un gran impulso para el desarrollo económico y social de la región en la que está instalado, de Pernambuco y del propio Nordeste brasileño. La industria automotriz es un poderoso inductor de desarrollo. El sector y su cadena productiva representan cerca del 5% del Producto Bruto total de Brasil y un 23% PBI Industrial. Es denominada “industria de industrias” por su capacidad de estructurar a su alrededor parques de empresas transformadoras de materias primas y productores de componentes vinculados con un sinnúmero de sectores de la economía, cubriendo toda la escala de complejidad tecnológica. Los impactos son mensurables. Los impactos son mensurables. Un estudio realizado por la consultora Ceplan proyecta que, en 2020, las instalaciones de Jeep van a contribuir con 6,5% del PBI de Pernambuco. Será una curva ascendente, considerando que ya en 2015, el primer año de operaciones, tendrá una participación de 2,5% sobre el total de la riqueza producida en el Estado. Esta generación de riqueza se hará principalmente con el empleo local de mano de obra, lo que significa que tendrá efectos sociales positivos.

Nuevas prácticas sustentables

Las instalaciones de Jeep concentran en un solo lugar los mejores procesos productivos de FCA y también las mejores prácticas para la sostenibilidad. FCA propuso la misión de contribuir a la promoción de la ciudadanía en las comunidades del entorno, por lo que desarrolla y apoya las acciones en las áreas de educación, salud, medio ambiente y cultura.

En terreno de la educación, la Jeep, creó una serie de acciones para estimular y desarrollar el aprendizaje de niños, jóvenes y adultos. Para ello, asumió compromisos con el Municipio de Igarassu Prefectura, el Instituto de Corresponsabilidad para la Educación (ICE) y el Instituto Calidad en la Enseñanza (IQE), con el fin de mejorar la educación pública en la ciudad. El acuerdo de cooperación prevé la capacitación de docentes, refuerzo escolar en matemáticas, portugués y ciencias, y la implementación de escuelas tiempo completo.

Además se establecieron alianzas con las principales universidades y centros educativos de Pernambuco y de Paraíba, para la creación del Polo de Educación Automotor, inspirado en la exitosa experiencia de Silicon Valley, en los Estados Unidos. Otras dos iniciativas fueron la distribución de kits escolares para los hijos de los empleados y el Compromiso del Niño en la Escuela, a través del cual todos los empleados con hijos en edad escolar deben acreditar la inscripción de sus hijos en las instituciones educativas.

También se adoptaron prácticas avanzadas del sistema de gestión ambiental. Jeep trabaja en la perspectiva de reciclar el 100% de sus residuos sólidos dentro del programa “Aterro Zero”, y recircular y reutilizar el 98% del agua utilizada en el proceso industrial. Nuestro proyecto de biodiversidad Nuestro Verde está basado en un estudio inédito para la recuperación histórica de la flora de la Zona da Mata Norte. En total, fueron inventariadas más de 600 especies nativas y, ya al inicio del proyecto de paisajismo, fueron seleccionadas alrededor de 250 especies diferentes que están siendo plantadas en el entorno de la fábrica.

En el campo del bienestar, la instalación Jeep contribuye a mejorar la salud de la población circundante, mediante la construcción de una Unidad de Atención de Emergencias Especializada (UPAE) en Goiana, para ampliar la oferta de atención médica en diversas especialidades y cirugía menor. Preventivamente, los trabajadores de las instalaciones de Pernambuco están sujetos a programas de concientización en materia de alimentación y salud, con foco en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. Los restaurantes de las instalaciones ofrecen alimentación variada y equilibrada, como parte del programa.

Pernambuco tiene una gran variedad de manifestaciones culturales propias y, para valorizarlas, fueron desarrollados proyectos culturales, como los Significados Culturales Jeep, para que artistas populares de la Zona da Mata Norte consigan ampliar la difusión de sus trabajos. Los restaurantes de la fábrica y el Communication Center (en la recepción y oficinas) recibirán obras de artistas de Pernambuco o arraigados en el Estado. Además, una plataforma digital está siendo desarrollada con el fin de salvaguardar y facilitar la difusión de contenidos sobre eventos culturales repartidos en toda la Zona da Mata del Estado y en sus alrededores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.