Citroën DS3 :: ¿Hijo extra-matrimonial?

La aparición en la escena automovilística mundial del Volkswagen Golf GTi a finales de los 70´s dio origen a un pequeño nuevo segmento en la industria, de lo que algunos denominarían “cohetes de bolsillo”, es decir compactos autos de conducción muy ágil, gracias a una muy buena maniobralidad, bajo peso y potente máquina. Otros consideran que el precursor fue el Alfa Romeo Alfasud en 1971, en fin, fuese cualquiera de estas maquinas la pionera, generó el deseo, envidia o necesidad en el resto de la industria, de crearles rivales, dado el éxito en ventas que tuvo esta idea. Y fueron apareciendo los Renault 5 Turbo, Peugeot 205 en Francia, en Italia Fiat hizo lo propio, los alemanes muscularon los Opel Kadett y Corsa, Ford alistó algunos Fiesta, mientras los japoneses calcaban el concepto con el Civic de Honda y el Mitsubishi Colt, y mucho mas tarde el Suzuki Swift, entre otros.

Pero deberíamos darle el honor a esta fiebre, a un modelo mucho más antiguo e increíblemente más pequeño, el Mini inglés preparado por Cooper, que creó una máquina sin precedentes en agilidad y rendimiento, demostrados en casi todo tipo de competencias, tanto de pistas y circuitos, como en carreteras y rallyes. Jóvenes y adultos amantes de la velocidad y adrenalina sucumbieron a estos juguetes que al precio más accesible los acercaron al automovilismo deportivo.

Franceses al acecho

La industria automotriz francesa, muy dinámica y experta, sobretodo en autos pequeños supo responder rápida y exitosamente al nuevo “segmento” y PSA, casa matriz de Citroën, fue capaz de crear su propia idea de esto a principios de los 80, dándole músculos al Visa GTi y luego a su reemplazo en 1986, el AX, modelo que compartía la base con su casi hermano, el Peugeot 205, de mas fama, pero no mas superior en rendimiento y tecnología. En Colombia  vimos los AX gracias a la apertura económica,  por los inicios de los 90, sobre todo el GTi, plantándole cara al icónico Swift, batiéndose en un mano a mano en los gustos del público y en las ventas. Lo sucedió también muy exitosamente el Saxo, que modernizó sus líneas y mejoró el rendimiento, siendo actualmente un auto muy valorado en el mercado de usados.

Nueva categoría, misma idea

Para 2009, la marca francesa quiso revivir una muy exitosa denominación de los 60, la DS, modelos que le dieron la mayor fama a la compañía. La intención es que los modelos deportivos y lujosos de la marca se identifiquen en adelante bajo esta sigla y es por ello que compete en todo este aparte la prueba del DS3. Este modelo es el heredero de toda la trayectoria de la marca en su auto deportivo más compacto y que se presenta con todas las credenciales, no solo por un muy innovador y original diseño, sino por un rendimiento superlativo que lo ha llevado a ser campeón mundial de rallyes de  2011 y 2012.

Resurrección del diseño Citroën

Si algo caracterizó a  Citroën fue su osadía con el lápiz de diseño, cada auto fue motivo de controversia o admiración por sus líneas exteriores e interiores y por sus propuestas de ingeniería. Pero en los últimos años la firma gala había abandonado gran parte de ese “ADN” o identidad. Con el DS3, un coche de sus gamas más básicas, ha retomado la virtud de diseñar ingeniosamente y singularizar sus modelos, pues este es un auto sin similares, de hecho solo sería comparable en tal idea con el Mini, pues son autos casi personalizables al gusto de cada comprador con múltiples detalles, accesorios y colores.

¿Hermanos no legítimos?

Pero hasta ahí no llega la coincidencia entre el DS3 y el Mini Cooper actual, el rendimiento también los acerca, de hecho las motorizaciones se originan en BMW, casa matriz del Cooper, por lo cual mucha de esta tecnología se comparten. El manejo es muy comparable y si observamos bien, la singularidad del diseño Citroën, en el fondo es una idea moderna de la filosofía Mini, autos sin parangón.

Exteriormente los trazos son únicos, la combinación de colores, el enorme “pilar b” semejante a una invertida  aleta de tiburón y las áreas de cristales lo singularizan, de ahí parte la valoración que pueda llegar a tener este auto: originalidad. Todo sin llegar a los 4 metros de longitud.

Internamente sin ser una gran obra del diseño, también hace uso de atractivas formas, materiales, colores y texturas básicas, un completo equipamiento y un tamaño adecuado para cuatro pasajeros que ingresarán con cierta maña a las plazas traseras. El maletero es lo que se espera de un deportivo hatchback.

Prueba de parentesco

Rodar el DS3 se convierte en parte de la prueba de parentesco de este auto con el icónico y “best seller” mundial, el Mini Cooper. Si la filosofía de diseño singular los hace parientes lejanos, manejarlo los ubicaría consanguíneos. Tiene este auto una rigidez y “maniobralidad” destacables para manejarlo muy rápidamente, sobre todo en terrenos montañosos, todo el tiempo bien adherido y plantado al piso, una dirección eléctrica muy sensitiva y precisa, características que se atribuyen al afamado inglés, y que este representante “galo”  hace tan similarmente delicioso, es decir familiar.

Ni que decir de la potencia de sus 156 caballos de fuerza que regala su eficiente turbo con solo 1.598 c.c. y más aún sus 240 Nm de torque, que lo disparan en cada aceleración impresionantemente, con la caja manual de largas relaciones puede asomarse en 1ra velocidad a los 90 km/h en unos de 7 segundos y gracias al sistema de frenos se detiene este “cohete” en instantes y mínima distancia. Esto último si es contrario al orgullo inglés, al que hay que apretarle mucho más el pedal central.

¡Distintas familias, genes similares!

En definitiva además de un mismo origen de “corazón” es decir, motorización, los genes parecen familiares en muchos otros aspectos. Citroën ha hecho un trabajo extraordinario con este modelo, dotándolo de todos los argumentos en diseño, tecnología, sensaciones y autenticidad que catapultaron al reeditado Cooper a su fama mítica y éxito actuales, sin envidiarle nada, pues lo emula en casi todo, considerándolos prácticamente hermanos genéticos, pero nacidos de distintas familias.  Sin duda lo más destacable en este auto es gozar cada instante tras el volante.

Siendo el auto que probamos, una unidad destinada para la prueba de ruta de los interesados en la marca y el modelo, con bastantes kilómetros registrados en el odómetro, nos sorprendimos del ajuste e insonorización de la cabina y la conservación de sus acabados y pintura externa e interna,  lo cual ratifica estas virtudes propias de Citroën. Solo nos quejamos del selector de cambios algo desajustado, quizá por el uso; el espacio en las sillas traseras, la restringida visibilidad que dan los espejos retrovisores y el calor interno que generan los colores oscuros  del modelo probado y una ventilación que tardó en contrarrestarlo.

El precio lo ubica muy favorablemente frente a la concurrencia, Alfa Romeo Mito, Audi A1 y el Mini, pues con igual o superiores potencia y equipamiento es muy competitivo iniciando desde los 67 millones y por debajo de los 72 millones dependiendo del modelo.

Finalmente ¿hermanos?

No entraremos en las intimidades de donde viene la filiación del DS3, lo importante es que las familias al compartir genes, nos dejan un estupendo modelo para disfrutar por muchísimo tiempo.

2 comentarios sobre «Citroën DS3 :: ¿Hijo extra-matrimonial?»

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