BMW 320i :: Cuarenta Años Más Joven

Prueba BMW Serie 3 Sexta Generación

La sucesión de éxitos de la alemana BMW por los años setenta, no solo en ventas, sino también en prestigio y hasta fanatismo, se debió en gran parte a la zaga 2002 y luego a sus exitosos sucesores de la Serie 3, introducida hacia 1975. Para los fanáticos del automóvil, este 2015 celebramos los cuarenta años de presencia en nuestras calles, mente y corazones del icono de la marca bávara, el más vendido en su historia y seguramente el más famoso.

Son cuarenta años si, pero de evolución tecnológica, pues en su aspecto, comportamiento y atractivo, parece cada día más juvenil, dinámico y atlético. Cuando nació al mundo automotriz, buscaba establecerse como el auto deportivo de lujo de entrada, no muy común para la época, quizá solo disponibles en algunos italianos, otros alemanes y quizá algún inglés. Hoy su concepto ha sido imitado, por no decir plagiado, por la mayoría de las marcas de todo el mundo, tal su éxito y aceptación. Se convirtió en el ejemplo a seguir y emular, pues cada uno de sus modelos, desde su nacimiento, son motivo en el público de: suspiros en las calles, deseos en las revistas y vitrinas y admiración en las competencias automovilísticas.

 

El joven no envejece

Siempre que llega a nuestras manos un auto icónico como este, se generan unas enormes presión y ansiedad, pues ante su fama y reputación, ser objetivos se hace muy difícil, pues siempre tratamos de transmitir la realidad percibida, dejando apasionamientos a favor o en contra. Se hizo para nosotros muy importante poder probar el BMW 320i en su sexta generación, lo que traduce, un heredero directo del auto de hace cuarenta años, pues esa versión existió para entonces, siendo la más lujosa y potente. Hoy la versión 320i todavía es de 2 litros de cilindrada, cuatro cilindros, tracción trasera, tamaño compacto, pero es una versión intermedia en el catálogo de la Serie 3, siendo hoy los modelos tope de la gama extremadamente potentes, lujosos y superiores como los M3.

Para el 2015, tenemos en este 320i de prueba, de inmaculado blanco, una bellísima versión M Sport, que visualmente regala algunos elementos de la atractiva deportividad del M3, como son las defensas delantera y trasera, los grandes y bellos rines de 18 pulgadas y el logo firmando varias partes del auto para esta versión especial. Exteriormente tenemos en esta generación, llamada internamente en BMW F30, unas líneas fluidas, armónicas y deportivas a través de luces, latas y cristales. El frente se ve ancho e imponente, con el alargamiento del cristal de las farolas que tocan los tradicionales arcos de la persiana BMW (más anchos y horizontales que nunca). Dentro de las farolas aun existen las cuatro luces, otro sello de marca, hoy con toda la tecnología de luces led y bi-xenón, más luminosas y eficientes, además que aún de día, el arco de las mismas permanecen encendidos, diciéndole al tráfico: “aquí estoy”.

La vista lateral muestra un frente tremendamente afilado, agudo, cortado en la parte inferior por el diseño deportivo y aerodinámico de la defensa tipo M. El capó sube en curva pronunciada hacia la parte horizontal en busca del vidrio panorámico frontal, donde nuevamente la inclinación aerodinámica se manifiesta en dirección del techo, de suave curvatura, que da ese aire de auto tradicional, empalmando con el vidrio trasero, también inclinado de forma importante y llegando a su parte posterior, muy bellamente terminada en el breve apéndice de la parte superior de la tapa del baúl, donde las muy horizontales luces traseras (las más cercanas al modelo original según recordamos) rematan magistralmente este diseño, a nuestro parecer uno de los mejores de la historia del Serie 3. A todo esto ayudan los muy cavernosos pozos que albergan las enormes y bellas ruedas en rin 18. El largo total es de 4.624 mm, siendo destacable la distancia entre ejes de 2.810 mm, el más largo de la historia, generando una amplitud interna bastante buena.

 

El mejor corazón a pesar de sus cuarenta

Una característica de la industria alemana es el evolucionar sus diseños originales, por lo cual poco modifican de forma radical sus máquinas y esto es en todos los ámbitos. En este modelo exhiben lo último en tecnología, sus cuatro cilindros muestran los logros de toda una vida de conocimientos al respecto, donde 16 válvulas con 1.997 centímetros cúbicos, más admisión variable inteligente e inyección directa “Common Rail” se suman con infinidad de otras tecnologías, sensores y dispositivos electrónicos para generar mucha potencia, eficiencia en consumo de combustible, fiabilidad, durabilidad y suavidad, esto lo llama BMW, ”EffiecientDynamics”. Produce 184 Hp de potencia a  5.000 rpm y 270 Nm de torque desde 1.250, gracias a la tecnología Twin Turbo, donde un turbo pequeño genera el torque de bajas revoluciones del motor y el otro turbo de geometría variable, otorga el resto de potencia y torque, que en marcha es muy placentero, pues se puede experimentar el poder que esta planta motriz le regala al conductor. Sin dudas mucho más potente que el pionero de 1975, pero quizá para la época, también era admirable su mecánica.

La respuesta a la aceleración es muy buena a pesar de los 1.475 kg de peso en vacio y se ayuda de su caja automática secuencial de 7 velocidades, que lamentablemente en esta versión no contamos con las ya indispensables y divertidas bielas de cambios en el timón o “paddle shifts”, tuvimos que recurrir a un manejo pseudo-manual con la palanca central (más parecida a un joystick de videojuego) tratando de exprimir al máximo su potencia y manejarlo como el modelo original de los 70´s. El consumo se afecta bastante si lo exigimos, como obviamente es tan tentador en este auto, pero combinado con las cuatro opciones de manejo ECO PRO, comfort, sport o sport+, variando la respuesta de consumo de combustible,  aceleración , dirección y hasta suspensiones (en las versiones más equipadas) podemos escoger entre economía y diversión, en resumen: ¡todo un placer de conducir!

 

Comodidad y lujo en el alma

Destacan en este modelo el diseño, los materiales, la presentación y las amenidades de su interior. Tablero, controles, consola, puertas, sillas, techo, en fin, todo el interior de este Serie 3 es enamorador, sumemos la amplitud para incluso cinco pasajeros, criticada en modelos anteriores; en esto sí que maduró este modelo. Tuvimos un muy fino cuero en sillas, timón, puertas y consolas, fibra de carbono en tablero, manijas y biseles laterales, finos plásticos combinados con algo de blando caucho, todos armónicamente reunidos para una cabina, como es tradicional y pionera desde su primera generación llamada E20, está orientada hacia el conductor, pero muy amigable y cómoda con el resto de pasajeros. Los controles e indicadores están muy ergonómicamente ubicados, de fácil manejo y lectura, ayudados por la pantalla en la parte central superior de la consola y de nítida imagen, que proyecta las funciones del vehículo a través del comando central iDrive de fácil operación. Allí veremos el despliegue del radio, la sincronización de telefonía y multimedia, funciones y manuales del auto, sensores de parqueo y varias otras funciones que nos gastarían sinnúmero de párrafos. Por supuesto están presentes todas las amenidades eléctricas de vidrios, espejos, sunroof, ayudas de parqueo, radares, limitador de velocidad, etc, etc.

La seguridad es obvia interna y mecánicamente, con respectivos frenos de disco y ABS, EBD, entre muchísimos otros elementos de seguridad activa que se inician desde los 18 Km/h, capaces de anticipar colisiones, frenar autónomamente, en fin, cantidad de funciones impensables por allá en 1.975, pero obligatorias hoy y BMW las lleva a su máxima expresión posible.

 

Ejemplo a seguir por cuatro décadas

La conducción de este vehículo ha sido su mayor virtud según entendidos y conocedores del tema automovilístico. La óptima distribución de pesos por la tracción trasera, su diseño de suspensiones, aunados con las diversas motorizaciones y las calibraciones de dirección y frenado son la reunión de características propias que le dieron identidad al original Serie 3 de 1975 y que seis generaciones después aun sobreviven y sin temor a equivocarnos, han mejorado, como el buen vino, con el correr de cuatro décadas. No tuvimos el privilegio de probarlo en sus inicios, pero lo que hemos vivido en modelos posteriores y especialmente en el actual, es la confirmación de su muy bien ganada fama, reputación y simpatía en el público en general. Potencia, dinamismo, diversión, son pocas palabras o virtudes para mencionar al experimentarse tras el timón de este bólido. La posición de manejo es óptima, la potencia aun en este modelo intermedio es destacable, la comodidad y lujo irreprochable y la maniobrabilidad impactante. Las suspensiones son suaves en baches, pero firmes y seguras en curvas, sin importar las velocidades racionales. La frenada es buena, el dinamismo ante obstáculos y la respuesta de la dirección son sobresalientes, por lo cual no reprochamos nada a sus elogiosos apelativos. La tracción trasera, ayuda a corregir errores o desmanes de conducción, pero también los aumenta para los irresponsables pilotos que sobrepasan sus límites. Pero es un auto seguro y muy fácil de pilotar, aun en extremos y excesos. Todas estas características han sido estudiadas por la mayoría de la industria automotriz mundial, intentando imitarlo, algunos con éxito, otros no tanto, pero desde entonces es la referencia del segmento de autos deportivos de lujo, conocidos en el mundo como “segmento D”, donde están los tradicionales rivales Mercedes Benz C200, Audi A4, Volvo S60, Cadillac ATS, Lexus IS, Acura TLX, Infiniti Q50, Jaguar XE y varios otros que intentan disputarle protagonismo a este exitoso “cuarentón”.

 

¡Veredicto!

El dólar actual eleva por encima de los $115 millones las versiones 320i, pero hay versiones de entrada a la Serie 3 más accesibles, por debajo de los $100 millones y las muy lujosas, potentes  y costosas también se encuentran disponibles a precios estratosféricos, pero no dejan de ser un anhelo de muchos, por no decir, de todos. Con el tiempo tras su timón se genera una amalgama difícil de explicar y separar, donde el auto cautiva y enamora profundamente a sus pasajeros, pero sin dudas, mucho más al piloto. Podemos concluir que cuarenta años después, la Serie 3 de BMW está más rejuvenecida, potente y atractiva  que nunca. Los años dejaron el auto lo más desarrollado posible en todos los aspectos, y hoy se precia de su legendaria fama y sí que es real. ¡Lástima devolver las llaves!

 

PARA COMENTAR

El selector de velocidades y la dirección funcionan sin conexión mecánica directa, sino por mandos eléctricos, por lo cual la primera, opera como “joystick” muy rápidamente, pasa de R a D en milisegundos, y el timón es de funcionamiento bastante variado, según opciones y tipo de manejo.

PARA DESTACAR

  • Buena potencia
  • Suspensiones suaves en baches, firmes en curvas
  • Lujo y comodidad general
  • Diseño brillante en su versión M Sport

PARA PENSAR

  • Ausencia de “paddle shift”
  • Ausencia de cámara posterior para parqueo
  • Precios del dólar actuales
  • Desaparición del sonido distintivo BMW del exhosto

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.