Audi A6 :: ¡SEÑOR AUTO!

Prueba Audi A6 un Señor Auto

El conglomerado Volkswagen hace años, aun digamos décadas, es el mayor emporio del automóvil en Europa, muy arriba a nivel global y escalando hacia el primer lugar. Dentro de sus estrategias, debían tener una marca Premium para competirle a las ya hace mucho establecidas competidoras alemanas Mercedes Benz y BMW y otras europeas como Jaguar, Volvo, Maserati, incluso Alfa Romeo y Lancia y americanas como Cadillac y Lincoln. Por eso la división AUDI, asumió esa labor. En principio el público percibió los modelos de AUDI, como  Volkswagen lujosos, mas no como verdaderas opciones o contendores a los muy reputados rivales, en lujo, potencia, calidad y tecnología. Luego arribaron las divisiones de lujo de las marcas japonesas, Lexus, Acura e Infiniti, logrando prontamente prestigio y clientela.

Pero la labor de AUDI y el grupo Volkswagen ha sido de constantes desarrollo y logros, hasta que en la actualidad en ningún lugar del mundo, creo, se puede dudar de la imagen que AUDI transmite al público, de distinción, calidad y deseo, como lo generan cualquiera de sus oponentes. Y las ventas así lo demuestran. Audi  compite, iguala o supera, en muchos mercados, a las otras marcas de lujo y en las calles, fotografías, vitrinas u otros escenarios, al ver alguno de sus modelos, generan inmediatamente impacto, admiración y ganas de poseerles. O como mínimo un “paseíto” en ellos.

Nos correspondió vivir la estupenda experiencia en uno de sus modelos estrella, la berlina de tamaño completo A6. La versión que probamos es bastante sencilla comparada con el amplio portafolio de opciones que en otros mercados se ofrece con múltiples motores y equipamiento, que llegan a configurar amenidades y “gadgets” inimaginables para un auto. Aun así, el modelo Prestige 2.0 TFSi, con turbocargador, tiene prácticamente todo el equipamiento de lujo que se espera en un auto de esta categoría. Estamos hablando del modelo que está, digamos, en la penúltima categoría a la que se puede aspirar, pues sobre este, en la marca, solo existe la serie A8, prácticamente una “limousine”. (Sacando de la lista al deportivo R8)

El A6 en nuestras calles se ve enorme e imponente. Pocos sedanes tienen sus dimensiones, sobretodo largo, ancho y tamaño de ruedas. Nadie puede asociarlo, como quizá ocurrió en antaño, con un enorme Volkswagen de lujo. Este es un AUDI, con una identidad plena y reconocida en su ya tradicional y enorme  persiana “Single frame”, en sus siempre vistosas y nítidas luces delanteras de día en leds, de las que fueron pioneros y todas las marcas en la actualidad han copiado casi con descaro, su ya iterada idea, como también la división de sus ventanas laterales en tres secciones (dos en puertas y el tercer pequeño cristal en el pilar c)  ya son sello de la casa. Proporciones, detalles, acabados en pintura y materiales, sobriedad y elegancia, además  imagen deportiva, todo se conjuga en el diseño exterior de este modelo. Pero al abordarlo esa percepción de gran tamaño cambia, pues si bien es muy amplio y cómodo, el diseño de ventanas  bajas le aparentan ser más compacto de lo que es.

 

IMPACTACTE INTERIOR

Cada material utilizado a bordo es de óptima calidad en apariencia y textura, se conjugan finos plásticos con aplicaciones de aluminio, cuero y varios otros; los ensambles y acabados son precisos, casi perfectos. Al sentarte como piloto y la llave en tu bolsillo, solo debes oprimir en la consola central, al lado derecho del selector de velocidades, el botón de encendido e inmediatamente del centro del “salpicadero” se despliega la pantalla de navegación, encienden los relojes del tablero y otro “display” entre el tacómetro y velocímetro. Estos últimos tienen un diseño multiforme en tamaño y profundidad que generan una apariencia tridimensional, muy llamativa. El timón es muy deportivo, cubierto en cuero, tiene variados mandos para el display central y otras funciones de audio y multimedia; y  detrás  las bielas de cambios manuales.

En el tablero frontal, bajo las rejillas centrales de ventilación solo están los controles digitales del climatizador bi-zona. Se han trasladado a la consola horizontal de manera muy ingeniosa, intuitiva y cercana a la mano derecha del piloto, los controles del sistema de audio y el de información MMI que operan con grandes perillas de fácil uso. Desde este sistema se manejan las operaciones de ajustes e información del vehículo, la multimedia, radio, teléfono y varias amenidades más, que exhiben al A6 como una vitrina de la más reciente tecnología. La pantalla es amplia y nítida. Los asientos son tremendamente cómodos y versátiles de ajustar, pues sus múltiples mandos eléctricos para altura, profundidad, inclinación, soporte para cabeza y zona lumbar permiten diversidad de reglajes y ubicar la perfecta posición tanto para conductor, como copiloto. Para piloto se tiene la posibilidad de memorizar reglajes para las preferencias y comodidad de dos pilotos distintos.

Los asientos traseros son cómodos y tienen buen espacio para piernas y pueden albergar hasta tres personas. Si el uso es de tipo ejecutivo, dos afortunados tendrán un buen y funcional descansabrazos central, rejillas de ventilación y un placentero viaje. Pero no sabrán de lo que goza su “conductor”. El maletero es amplio, muy profundo pero con poca altura.

 

PILOTANDO UN ÁGIL BUQUE

No es común en nuestro medio un auto de este tamaño y categoría. Nuestras calles, presupuestos, incluso gustos, buscan otro tipo de autos, ya sean más pequeños y económicos, o más robustos y todoterreno, por lo cual el A6 es una pieza bastante especial. Su motor 2 litros TFSi turbocargado genera 180 HP muy animados y 320 Nm, pues a pesar de los más de 1700 kilos de peso, acelera animadamente, muy ayudado seguramente por su estupenda y rápida caja automática de 8 velocidades multitronic. Cambia extremadamente rápido en modo manual para el común de este tipo de cajas, aprovechando todo el potencial que ofrece el par motor, casi como un videojuego, lo que le otorga mucha diversión al conducir. La velocidad no es problema, pues como ya se ha hecho hábito en Audi, está respaldado plenamente por feroces frenos con 4 discos y todas las ayudas posibles.

La suspensión es muy suave, acompañado del tremendo ajuste del habitáculo, lo convierten en un muy ágil buque, donde las imperfecciones del terreno y los ruidos externos son muy poco perceptibles desde adentro. Pero esta suavidad en nada compromete su estabilidad o tenida en terrenos curveados, donde las grandes llantas de 17 pulgadas en esta versión, ayudado de los múltiples controles electrónicos de estabilidad y tracción, le dan una adherencia impactante, que genera extrema confianza y un ritmo de marcha poco igualable. La carrocería se mantiene plana, muy dócil y confiable al guiar; desaparece por completo la idea de un carro cercano a los 5 metros de largo, pues se conduce como un compacto.  Si algo ocurre, este vehículo está respaldado por todas las últimas tecnologías de seguridad activa y pasiva  (múltiples airbags, sensores, estructuras reforzadas y deformables inteligentemente, materiales de gran resistencia).

 

¡SEÑOR AUTO, PARA GUSTOS REFINADOS!

Con un precio algo superior a los 120 millones de pesos, según el modelo que probamos, realmente es muy atractivo para todo el equipamiento “estándar” que trae este auto, la presencia y estampa en las calles, el enorme respaldo y prestigio del que  goza Audi en todo el mundo, la calidad y lujo del vehículo y las sensaciones que te genera estar a bordo de un “señor auto”, no importa si estas al timón o sintiéndote un muy aristócrata pasajero, es genial desde todo punto de vista. Ante los contendores directos BMW 520i, Mercedes Benz E200 y muchas opciones todoterreno o deportivos que rondan esos precios, el A6 saca pecho como una excelente decisión si lo que se quiere es distinción, exclusividad, diversión, lujo, confort; en fin, demasiadas virtudes contenidas en este buen auto. ¡Y eso que no probamos una versión más equipada y potente!

 

 Texto y fotografía: Isaac Pereira y Mauricio Macías


 

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